Tal y como hablaba en la anterior publicación acerca de las causas de la dependencia emocional, el principal objetivo para poder salir de este tipo de relaciones es construir una base de seguridad en ti misma. Uno de los factores que mantienen la dependencia emocional es la ausencia de seguridad interior. Esto hace que se busque fuera, pero claro, depender de lo externo no es seguro.
¿QUÉ ES LA SEGURIDAD? PISTA: LO OPUESTO A LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
La seguridad interior tiene que ver con el sentirte capaz y con la confianza suficiente en tus creencias, emociones, valores, sentimientos… Y priorizarlos ante los de los demás. Es decir, consiste en poner en valor quién soy yo de una manera calmada, asertiva y honesta conmigo misma.
Muchas veces, confundimos priorizarnos con ser egoístas y malas con los demás. Lo primero es saber que el egoísmo no es malo. Una cosa es el egoísmo basado en hacer daño consciente y deliberado a los demás; y otra es el egoísmo que me prioriza a mi y cuya intencionalidad no es dañar a la otra parte. Partiendo de esta base, priorizarte y priorizar tus necesidades a las de los demás es lo que va a darte la confianza y el valor de saber que tú también eres importante.
Una vez tienes esto claro, ya hemos dado un gran paso hacia la construcción de tu seguridad y estás un poco más cerca de salir de esa relación de dependencia emocional.
PRIMER PASO
IDENTIFICAR CONDUCTAS POCO SANAS EN LA RELACIÓN
A lo largo de los años se han normalizado una serie de conductas en las relaciones, sobre todo en las de pareja, que para nada lo son. Se ha normalizado el maltrato, la falta de cuidado, la manipulación y la negligencia emocional… como algo que “pasa en todas las parejas”. Hemos de recordar que el que haya pasado siempre, no quiere decir que esté bien.
PERO, ¿CÓMO SÉ SI ALGO ES SANO O NO?
Esta es una pregunta que me encuentro mucho en consulta. “Es que a mí eso me duele y a mi pareja no”. “A mí me molesta, pero mi pareja dice que es una tontería”, “estoy siendo exagerada, no es tan importante”.
Fijaos como en estas frases, “muy normales” y que las hemos escuchado mucho, lo que nos encontramos es la invalidación de tus emociones y de tu sentir, así como la minimización y negación de tu vivencia. Esto que aparentemente es una “tontería”, es una forma de maltrato que tiene que ver con la negación de la realidad o “gaslighting”. Además, tiene que ver con la negligencia emocional y la irresponsabilidad afectiva.
Respondiendo a la pregunta de “cómo saber si algo es sano o no”, lo más importante es saber que si a ti te hace sentir mal, es algo importante a lo que prestarle atención. No hay un termómetro estándar que mida cómo de bien o mal está algo. Lo que sí hay es un termómetro interno que te indica si algo te duele o no, y si te duele, tienes derecho a expresarlo. Es aquí cuando la otra parte necesita responsabilizarse y hablar para llegar a un punto de entendimiento de ambas partes para resolver el malestar. En esto se basan las relaciones sanas: escucha, comunicación, validación emocional y resolución de conflictos. Todo esto se engloba hoy en el término “responsabilidad afectiva”, que seguro que te suena más.
SEGUNDO PASO
IDENTIFICA Y ESTABLECE QUÉ TIPO DE RELACIÓN QUIERES
¿Qué bases son importantes establecer para ti en una relación? La base de una relación sana y segura, debe estar basada en el respeto, la comunicación, cuidado mutuo, responsabilidad, confianza y el compartir. A partir de esas bases imprescindibles para generar una relación de pareja sana, ¿Qué es importante que esté presente en tu relación? Te invito a que puedas reflexionar sobre ello y escribirlo.
Una vez que lo tengas, puedes ver si esto está presente en tu actual relación, y si no es así, pasamos pues al tercer paso.
TERCER PASO
PEDIR LO QUE NECESITAS, ANTÍDOTO PARA LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
Aquí llega uno de los momentos más difíciles: pedirle a la otra persona lo que necesito.
Algo muy común en la práctica clínica, son comentarios del tipo: “es que no puedo exigirle algo”, “no tengo derecho a decirle eso”.
Confundimos mucho exigir y pedir. Exigir es imponer que algo sea como tú quieres sin tener en cuenta lo que la otra persona pueda necesitar. Pedir tiene que ver con expresar lo que yo siento y necesito a la otra persona para sentirme cuidada y respetada.
En todos los puntos anteriores, hemos ido identificando cuáles son tus necesidades, qué cosas son importantes para ti, qué cosas quieres tolerar y cuáles no. Este ejercicio de conexión contigo misma para reconocer qué es importante para ti, va a ayudarte a saber si estás en el lugar y con la persona adecuada.
Una vez que tienes todo esto identificado, puedes ver si esto está presente en tu actual relación. Si no está, puedes pedir y tratar de llegar a un entendimiento con la otra parte. Habrá cosas que no quieras flexibilizar y que sean bases inamovibles para ti de cara a la relación, y está bien. Habrá otras que en cambio sí que quieras acomodar.
¿QUÉ PASA SI LA OTRA PERSONA NO CAMBIA O NO TOMA RESPONSABILIDAD?
Aquí es donde la dependencia emocional trata de minimizar tus necesidades y que te adaptes a lo que necesita la otra parte para que la relación se mantenga. Pero déjame que te recuerde que tú sigues siendo la prioridad, y que si la otra persona no es capaz de responsabilizarse y cuidarte como tú necesitas, lo mejor que puedes hacer por ti misma es irte.
Renunciar a algo que es importante para ti nunca es sano, ya que en algún momento el enfado de dejar de lado tus necesidades necesitará salir y quizás lo haga de forma explosiva.
No podemos darle la responsabilidad a la pareja de que cubra tus necesidades. Ahora bien, sí que puedes pedir y expresar qué es importante para ti, pero si no quiere/puede dártelo, ahí no es.
LAS RELACIONES BASADAS EN LA DEPENDENCIA EMOCIONAL, NO SON AMOR
Recuerda lo que hablamos previamente en la entrada anterior acerca de los modelos de relación y el amor romántico.
El amor se basa en compartir desde el respeto, el cuidado, el cariño, la confianza, la comunicación y la escucha. Las relaciones basadas en el control, la fuerza, la violencia, la no comunicación o la comunicación violenta, la negligencia emocional… no son amor. Por mucho que se hayan romantizado frases como “quien bien te quiere, te hará llorar”, eso no es amor, sino maltrato y dependencia o codependencia disfrazado de amor.
No es fácil salir de una relación de dependencia emocional, pero sí es posible. Propóntelo, quererte y trabajar en ti es el regalo más valioso que puedes darte.
Qué es la dependencia emocional y cuál es su origen - Ana Serrano
[…] Te dejo aquí la publicación donde te cuento más claves para salir de una relación de dependencia. […]