La ruptura de pareja es un momento vital que suele ser doloroso, ya que conlleva dejar a una persona a la que queremos, con la que compartíamos vida, momentos, proyectos… y con la que habíamos construido unas bases de seguridad y confianza. Es por esto, que cualquier ruptura de pareja conlleva un duelo por la pérdida.
¿POR QUÉ LAS RUPTURAS SON DOLOROSAS?
Cualquier ruptura, conlleva un duelo. Aunque me voy a centrar en la ruptura de pareja, en las rupturas o cambios en el vínculo con otra persona, se lleva a cabo un proceso de duelo. Por duelo, entendemos el proceso psicológico que se vive tras una pérdida. Por tanto, sea cual sea el cambio en la relación con otra persona, tiene asociado este proceso psicológico (de mayor o menor intensidad), porque conlleva una pérdida con respecto a lo que conocíamos y estaba establecido.
Por ejemplo: ruptura con tus amistades, pérdida de un ser querido, que se enfríe la relación con una amiga.
ETAPAS DEL DUELO EN LA RUPTURA DE PAREJA
Dejar una relación con una persona que queremos, no es fácil. Desprenderse de momentos, recuerdos y el cariño y amor que sentimos hacia la otra parte tiene emociones asociadas que no son agradables. Aquí nos encontramos con la tristeza, enfado, culpa, frustración… Se genera así, una herida, la cual necesita de un tiempo y fases para poder sanar.
Permitir dejar un espacio para que estas sanen, es algo saludable para que podamos recolocarnos en nuestra vida habiendo gestionado todas las emociones asociadas al cambio relacionado con la pérdida, pudiendo también así, establecer de nuevo vínculos sanos.
A continuación, paso a describir las diferentes fases por las que se pasa en un duelo tras la ruptura. Aunque las pondré secuenciadas, no tienen por qué seguir este orden. Con respecto al tiempo que requiere cada una, depende de cada cual. No hay prisa, no hay un ritmo adecuado o no. Esto es algo muy personal que dependerá también de factores psicológicos, emocionales, culturales, sociales y de género.
1. NEGACIÓN
Esta primera etapa se llama shock o negación porque, tal y como su nombre indica, negamos la realidad de lo que está pasando. Seguro que te suena el “no me lo puedo creer”, “ojalá despertarme de esta pesadilla”, “debe de ser un error”… Es normal que si la situación nos impacta mucho y no nos la esperamos, podamos llegar a no sentir nada y desconectarnos de lo que esto supone emocionalmente como estrategia de protección ante el dolor.
Cuando vivimos situaciones intensas emocionalmente, la negación nos permite poner un poco de distancia ante eso que ocurre para “amortiguar” el golpe que supone tener que aceptar la realidad de lo que estamos viviendo.
2. ENFADO
En esta fase, la persona experimenta emociones de ira, enfado y rabia hacia la situación presente y muy probablemente, hacia la ex pareja. Esta ira o enfado viene dada por el no querer que la relación se acabe, por las cosas que han dolido durante la relación y por el intentar buscar culpables ante el dolor que se experimenta.
Aunque el enfado es una emoción que puede molestarnos debido a la intensidad emocional que genera, es muy poderosa ya que sirve para protegernos y poner límites ante lo que nos hace daño. En la ruptura de pareja, esta emoción va a ayudarnos a poder poner distancia de nuestra ex pareja, algo muy necesario para poder ir desvinculándonos de la persona. Además, contribuye a no quedarnos atascadas en la tristeza o en emociones secundarias como puede ser la culpa.
3. TRISTEZA
La tristeza es una de las fases más complicadas en el duelo, ya que desde aquí conectaremos directamente con lo que supone la pérdida y con el echar de menos, lugar desde el cual es fácil caer en tratar de volver con la persona.
Me gustaría recalcar que la tristeza es una emoción, y como tal, es transitoria, habiendo momentos donde puedas sentirla más o menos intensamente. Esta fase es necesaria para poder ir asumiendo la pérdida, ayudando a procesar lo ocurrido y comenzar a superar el duelo en un camino hacia la aceptación.
4. ACEPTACIÓN
La aceptación supone la etapa final del duelo, donde realmente puede comenzar a asumirse y aceptar la pérdida, a mirar lo ocurrido sin experimentar emociones tan intensas como hasta el momento y a poder empezar a construir un futuro.
Es importante saber que, para llegar a esta etapa, debemos de permitirnos transitar el duelo y todas las emociones que éste conlleva, ya que si no habrá emociones que queden reprimidas y por tanto, el duelo se quede bloqueado. Aunque pasar por todo esto no es agradable, una buena elaboración del proceso de duelo te permitirá llegar a esta última fase y colocarte de una manera sana ante la vida y ante ti misma.
CÓMO TRANSITAR EL DUELO
El duelo es uno de los procesos psicológicos y emocionales más complicados ya que no requieren de una solución inmediata, si no de tiempo y paciencia. Esto es algo que suele costarnos bastante debido a la frustración que produce no poder hacer más por nuestra parte para que las emociones que nos inquietan tanto, cesen. Pero esto no quiere decir que no haya cosas que podamos hacer para poder caminar a lo largo de este camino de una manera más liviana y aligerando peso a las emociones que nos habitan.
ALGUNOS TIPS
- Apóyate en tu red de personas. Es muy importante rodearte de personas que sean un lugar seguro para ti con las que poder compartir y hablar de todo lo que estás pasando.
- Protégete de lo que no te hace bien. Aquí hablamos de personas o planes que puedan generarte malestar. Recuerda que el objetivo es no tener más carga emocional de la que ya tienes.
- Permítete expresar lo que sientes. Si sientes una emoción, permítele que se exprese, ya que está ahí para cumplir una función. Llora si estás triste, enfádate cuando lo necesites.
- Escribir/dibujar. Cualquier técnica que suponga externalizar y sacar fuera lo que sentimos, va a ayudarnos a dar espacio a la expresión de nuestras emociones y, por tanto, podremos ir procesando mejor la experiencia.
- Contacto cero. Es difícil y cuesta cortar el contacto con nuestra ex pareja, pero cuando la ruptura es reciente, lo mejor es protegernos para no mezclar las emociones del duelo y las expectativas que podamos generarnos al seguir manteniendo el contacto con esa persona.
- Pon límites si lo necesitas a todas aquellas personas que ahora mismo sientas que no son sanas para ti.
- Autocuidado. Este proceso no es nada lineal, de hecho, es normal que tus emociones cambien cada minuto. Te animo a que te permitas hacer lo que necesites y sientas en cada momento para poder hacer más fácil tu vivencia.
- Pide ayuda profesional. Recuerda que no siempre podemos solas. Si sientes que lo necesitas, contacta con una profesional de la salud mental que pueda acompañarte en tu proceso. Si te apetece hacerlo conmigo, no dudes en contactarme.
Ruptura de amistad: un duelo infravalorado - Ana Serrano
[…] Aquí te dejo el enlace a la entrada en la que tienes información más específica sobre “Cómo superar una ruptura”. […]